RENOVARSE O MORIR, así empezaba el artículo de la Vanguardía. De todos los faros de Catalunya parece que sólo quedan habitados dos, el de Palamós, y el del Delta del Llobregat, muy deteriorados. Hay el proyecto de transformarlos en alojamientos turísticos al estilo casa rural. Se encargará de la rehabilitación el arquitecto Cristian Cirici. La idea parece ser llevar a cobo un "proyecto austeo, pero de diseño". El farero de Calella, lo dejó el pasado 3 de febrero.  El propietario de estas construcciones es el Ministerio de Fomento. 

 

La idea parece buena, pero después de leer el artículo y dejar pasar unos días me quedan preguntas al aire:

 

se hizo concurso público para la adjudicación de la rehabilitación?

han de ser lugares restringidos a unos cuantos privilegiados que puedan alquilar las habitaciones, o han de ser de uso público? Todos amamos los faros.

que pasará con el faro de la islas Medas? es un espacio protegido.

 

Enfin las preguntas quedan al aire y el aire se las llevará.