Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla.
Viajaron al sur.
Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando.
Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura.
Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió a su padre:
— ¡Ayúdame a mirar!

Cuando leo este escrito de Galeano, siempre pienso en mi padre, conoció la mar a los siete años de la mano de su abuela, venían de Aragón. Sólo había visto tierra seca, y el río, el Cinca. Cuando nos contaba lo que sintió, creo que también le hubiese pedido a su abuela que le ayudase a mirar, a no ser que ella también necesitaba quién le ayudase, tampoco lo había visto nunca.
Pues yo como tu abuelo, ya ves, con unos años menos… Llegué de Castillas a los 7 años y la primera visión del mar fue desde el tren por Tarragona, supongo… recuerdo a todos los hermanos mirando por la ventanilla extasiados… uno de nosotros dijo: ¡¡madreee, que grande es este rio!!. Es mi primer recuerdo del mar. Luego ya en la playa del Campo de la Bota hicimos muchos baños, mi padre intentaba enseñarnos a nadar pero eramos 6… no daba a basto. Un petó.
Mel-LA,preciosa sensacion debe ser la de no conocer la mar y encontrarte con ella.Es como encontrarte con un misterio que siempre has soñado.
Tengo la fortuna de vivir en tierras de mar(Cantabria)y sé lo que es para mí .NO podría vivir sin ella.
Es tan ENORME…en todos sus significados.
Cómo van las cosas?
Espero que poco a poco .
Eres fuerte¡
besos
Gloria
Yo vi el mar por primera vez con unos cuatro añitos. Bueno, en realidad lo vi mucho antes, pero ese es el primer recuerdo que guardo en mi memoria. Fue en Ayamonte, el pueblo de mi padre, frontera con Portugal. Aguas frías pero cristalinas, arena ardiente pero suave. De los recuerdos más bellos que conservo.
Un beso enorme para tí.
Sol
El mar es belleza, ,libertad,, color,vida,soledad, pero sobre todo es respeto y misterio.
Cuando vivia en Tarragona siempre dab aun paseo por la rambla hasta el balcon y me quedan amirando el mar, ahora aqui en Gerona, es lo unico que echo de menos, por que el mar me queda un poco mas lejos.