SI NOS FUERA POSIBLE ESTAR EN LA HABITACIÓN CUANDO ENTRÁRAMOS NOSOTRAS MISMAS, POCAS DE NOSOTRAS NOTARÍAMOS CÓMO EL CORAZÓN FLORECE AL OÍR GIRAR EL POMO DE LA PUERTA. PERO LUCHAMOS POR NUESTROS DERECHOS, NO DEJAREMOS QUE NADIE NOS ARREBATE E ALIENTO Y NOS DEFENDEMOS DE CUALQUIER INTENTO DE IMPEDIRNOS HACER USO DE NUESTRAS VOLUNTADES.

REBECA WEST.

Siempre ha sido así: el olor de los andenes de la estación por la noche le produce a Akhila sensación de aventura. (a mi me la produce ver un avión volar, siempre quisiera estar en él; entonces sueño con paises lejanos).

Janaki: A cierta edad. Era una mujer de cierta edad… es más difícil coger el sueño.

Cuando llevaban siete meses casados, en aquellos tiempos en los que cada día traía un delicioso tinte del descubrimiento que convertía al amor en una teoría completamente nueva a la que ellos habían infundido, cogieron la costumbre de hablarse en un chapurreo intantil. (Chato)

Cuando llegó el niño le hicieron sonreir con sonajeros y monos que tocaban el tambor cuando se les daba cuerda con una llave. ………..En la cama, las conversaciones se cambiaron a: ¿Tiene el pañal mojado? o ¿Has mirado si está encendida la lamparita? Me ha parecido oírle llorar, ¿a tí no?

¿Cuando alcanzó a Janaki la cierta edad?……………………..

Cierta edad. Puede que le hubiera llegado cuando vio que la mirada de cariñosa aprobación en los ojos de su hijo era sustituida por una irritación que rozaba el desprecio. ………..

Habí un algo indescriptible que les unía. Una conexión extensible que se crea entre la mayoría de parejas que llevan mucho tiempo casadas. Ella no sabía como describirla. ¿Compañerismo? ¿Amistad? ¿O la simple complicidad que brota entre dos que comparten la cama, un hijo y la vida? ……….

Cuando se llega a cierta edad, nada importa. Lo único que quieres es mantener la serenidad y dejas los sueños y los arrebatos para las que tienen sangre caliente en las venas. ……. Cuando se llega a cierta edad lo único que importa es la serenidad. (Yo todavía no he podido dejar los sueños, los arrebatos los tengo un poco controlados. No querría dejar los sueños, tengo tantos.)

Quería gritarle: "!No me llames Mami! No soy tu mami. Soy tu esposa. Recuerda que hubo un tiempo en que me llamabas Janu. Esposa. Querida. Cariño. Y si te resulta difícil decirme esas cosas, llámame mujer, !pero no me llames Mami! (nunca me ha llamado mami, yo siempre he sido yo la Lídia)….

Las almas como la de él apuran la vida. Atraviesan nacimientos y muertes no sólo una, sino un millón de veces. …..

"Amor de amigos. Todo es posible debajo de una manta", pensó ella mientras cerraba los ojos y la calidez de él la penetraba.
(Que dulce que es la calidez)

Continuarà……………..